Tu ego es demasiado grande.
Sorry, not sorry.
¿No estás de acuerdo? Entonces permíteme hacerte una pregunta:
¿Por qué todavía no tienes un equipo directivo?
Hablo de auténticos líderes en áreas clave como comercial, operaciones y finanzas.
¿Los tienes? ¿No?
Ah, ya sé por qué.
Esos superpoderes tuyos…
¿Quién no ha sentido alguna vez que puede con todo?
Pero siempre llega ese momento en el que el malabarismo empresarial alcanza su límite.
Es entonces cuando escucho a empresarios decir:
- Paso el día apagando fuegos.
- Si no hago todo yo, nadie lo hará.
- El día no tiene más horas para mí.
- Las vacaciones son un sueño lejano.
- Mis emails son todo decisiones pendientes.
- No confío en mi «equipo directivo» (que no existe).
Con cariño, el cuello de botella eres tú.
Y te lo digo así de claro, porque yo lo he sido.
Estaba taponando el crecimiento, agotado por intentar estar en todos lados.
Pero llegó un consultor estratégico que me reveló una clave: un equipo directivo sólido.
Con él, diseñamos el organigrama ideal, promocionamos internamente y reclutamos externamente.
Y así, armados con un equipo líder, lanzamos nuestro plan estratégico y alcanzamos metas que parecían inalcanzables.
Te voy a chafar el cuento: no tienes superpoderes.
La buena noticia es que no es necesario que los tengas.
De hecho, es mejor que no.
Libérate y crece. Delega en tu equipo. Vive mejor.
La opción está ahí.
Puedo acompañarte en esta transformación.
Aquí tienes mis datos de contacto o para reservar una videollamada.