¿Lanzarse a la piscina o esperar? Conozco una empresa industrial que ya tiene dos fábricas en Europa y quiere abrir una nueva planta en el norte de África. Hace años que quiere abrir esta nueva fábrica, pero la pandemia y las incertidumbres actuales le han hecho posponer la inversión. Hasta que ahora ha decidido lanzarse a la piscina. ¿Por qué? ¿Qué harías tú?
¿Es más importante la prudencia financiera o la oportunidad de negocio?
Esta es la disyuntiva clave.
Desde el punto de vista financiero hay luces y sombras.
1.- Rentabilidad
Las dos plantas actuales son rentables, aunque con bajas rentabilidades a causa de la dificultad en repercutir los aumentos de costes industriales a los clientes. Aunque en progresión positiva mes a mes. Para poder abrir un nuevo centro productivo en un tercer país, es preciso que las dos plantas actuales hagan de buen “flotador” para financiar las pérdidas previsibles en los primeros meses o años. Haciendo un símil, si alguien se está ahogando, es mejor que haya dos personas con flotadores que le socorran, para evitar que se hundan todos.
2.- Financiación
Puesto que ya hace tiempo que se planifica este proyecto, la empresa ya ha ido consiguiendo todos los recursos financieros en forma de préstamos a largo plazo para invertir en esta tercera planta. Con la experiencia de la apertura de la segunda fábrica en Europa, ya ha podido comprobar cuál es la inversión requerida y las dificultades y desviaciones sobre el plan previsto. Sólo hace falta trabajar un poco más diferentes escenarios de inversión y rentabilidad para asegurar la continuidad de la empresa en el peor escenario posible.
3.- Riesgos
Evidentemente toda inversión en un país extranjero supone varios niveles de riesgo. Las amenazas pueden venir de imponderables por desconocimiento de algunas claves culturales, económicas y financieras en dicho país. Para minimizar este riesgo, ya se han hecho varios viajes de prospección a dicho país con el futuro socio industrial, original de dicho país, que ya hace tiempo que es el comercial internacional de referencia de esta empresa.
4.- Oportunidades
Frente a las incertidumbres anteriores, hay grandes oportunidades en dicho país del norte de África. El sector principal al que se dirige esta empresa ya es muy importante y tiene unas grandes perspectivas de crecimiento en los próximos años. No hay ninguna duda sobre ello. Y la ventaja competitiva de abrir una nueva fábrica en dicho país permitirá liderar de manera clara este sector en este país, ya que aporta un ahorro importante para sus clientes, con márgenes altos.
5.- Realismo
Para disminuir los riesgos financieros, está previsto empezar con la mínima inversión posible que permita verificar que existe la demanda local, que se podrá producir con los costes estimados y que se podrá vender a los precios calculados.
¿Lanzarse a la piscina o esperar?
Con la breve información suministrada, ¿qué harías tú?
¿Te lanzarías a la piscina para aprovechar esta gran oportunidad que llevas años madurando?
¿O bien esperarías más años, esperando que se reduzcan las incertidumbres?
Por cierto, ¿qué nos hace pensar que un día se reducirán las incertidumbres?
Estos son los dilemas reales de todo empresario: Invertir o no invertir. Arriesgar o no arriesgar.
Gracias por tu opinión
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