O decides confiar o decides desconfiar

O decides confiar o decides desconfiar

O decides confiar.

Te voy a explicar la historia personal de mi primer trabajo en el mundo empresarial. Mi primer día fue impactante. Yo estaba inseguro de lo que podía pasar. Después de las presentaciones, mi jefe me dijo:

  • “Vas a hacer todo el plan de estudios de Nissan Motor Ibérica”.
  • Yo le dije: “No sé por dónde empezar”.
  • A lo que me respondió: “No te preocupes. CONFIO EN TI. Cada semana me muestras un borrador de tus ideas, las comentamos y lo iremos mejorando juntos paso a paso. Ya verás como sale bien”.

Así lo hice. Todavía me da vergüenza recordar el primer borrador en un papel con unas cajas dibujadas a lápiz. El formato era un desastre. En la primera revisión semanal, en lugar de criticarme la baja calidad del documento, se centró en escuchar mis ideas y mis conceptos que discutimos constructivamente al mismo nivel. Es decir, él no se puso en un estadio de superioridad debido a su cargo y su experiencia, sino que escuchaba atentamente con curiosidad.

Al final tuvo razón y conseguimos diseñar todo el plan de estudios de una empresa de más 5.000 trabajadores en España a finales de los años 80. Lo hice con su colaboración constructiva que me ponía las pilas.

La gran lección que aprendí es que, si de entrada decides confiar en alguien, esta persona dará lo mejor de sí para estar a la altura de la confianza recibida.

Él decidió confiar en mí. Yo decidí dar lo mejor de mí mismo.

O decides desconfiar

En cambio, conozco empresarios que, de entrada, deciden desconfiar de las nuevas incorporaciones. Puesto que deciden desconfiar, tienen que poner mecanismos de control fiscalizadores para poder “pescar infraganti” a la nueva persona en algún fallo que justifique su desconfianza. Es la profecía autocumplida.

El receptor de la desconfianza aumenta su estrés y su inseguridad si su jefe sólo va ver aquello que hace mal, ni que sea porque no se le ha formado adecuadamente. Se entra en un bucle de desconfianza, control, errores y más desconfianza. La persona no da el máximo de su potencial, sino que actúa poco y a la defensiva para intentar, sin éxito, minimizar los errores.

¿Alguna vez has dicho o pensado?:

De entrada, desconfío de los nuevos. Se tienen que ganar mi confianza.

O decides confiar o decides desconfiar

No hay término medio a nivel mental. O decides confiar o decides desconfiar

Si decides confiar, tendrás que hacer una buena formación inicial y un acompañamiento activo para que esta persona no se pierda y dé su máximo potencial.

Si decides desconfiar, tendrás que poner todos los mecanismos de control para fiscalizar sus errores, casi ignorando sus aciertos que “es lo que debería hacer.”

Ya sé que estoy exagerando y que todo no es totalmente blanco ni negro. Pero quizás ya me estás entendiendo.

¿Cuál es tu opción de entrada con un nuevo empleado?

A) ¿Confiar?

B) ¿Desconfiar?

En el caso que quieras hablar de cómo mejorar la confianza en tu empresa, estoy a tu disposición en Contacto.

 

Albert Campi
Acompaño a empresarios a crecer en equipo y en orden
albert.campi@spirostrategy.com
+34 630 960 760
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Próximos Talleres de empresarios

Ya actualizaré mis nuevos talleres sobre cómo gestionar mejor una pyme o implementar un Plan Estratégico cuando los tenga programados.

De momento puedes ver los videos de talleres anteriores en la página VIDEOS.