¿Y si fuera yo el cuello de botella de mi empresa?
Yo ya me planteé esa pregunta, porque no podía con todo.
Y así lo resolví.
Era el consejero delegado de una empresa industrial.
Ponía todo mi empeño por hacer crecer la empresa.
Los resultados no eran los esperados.
Mi salud y mi energía empezaron a resentirse.
No podía más.
Tuve que llegar a este punto para darme cuenta:
yo era el cuello de botella para el crecimiento de mi empresa.
Mis horas disponibles para tomar decisiones ya no podían estirar más.
Al darme cuenta de mis limitaciones contraté a un asesor de estrategia
(como yo mismo ahora, pero hace 25 años).
Me dijo: “Dejarás de ser el cuello de botella cuando aprendas a delegar más en tu equipo”.
¿Y cómo se hace esto?
💡 “Creando un equipo directivo con el que hacer un plan estratégico a tres años vista e implementarlo mes a mes con el seguimiento de un cuadro de mando”.
Así lo hicimos.
En el plan 2001-2003 triplicamos la facturación.
En el plan 2004-2006 doblamos el % de EBITDA.
A partir de entonces, he implementado en equipo planes estratégicos tanto en mis empresas como en las que he asesorado.
Entonces los empresarios descubren dos cosas:
☝️Que eran el cuello de botella.
✌️Que delegando eficazmente a su equipo, dejan de serlo.
Y comienzan a disfrutar más de los fines de semana.
¿Y si tú eres el cuello de botella?
¿Te has hecho esta pregunta alguna vez?
Quizá sea el impulso que tu empresa necesita.
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