No escojas a los mejores. Suena raro, ¿verdad? La cuestión está en definir qué significa «los mejores». Voy a empezar con una historia.
El primero de la clase
Tengo un amigo que ha sido durante muchos años director de recursos humanos de grandes empresas. Me contó un día que cuando tiene una serie de curriculums vitae para cubrir un nuevo puesto, descarta normalmente el primero de la promoción. Su razonamiento tiene su lógica, aunque sea un tópico.
El primero de la clase normalmente es un empollón. Se pasa muchas horas de estudio, dedicando poco tiempo a las relaciones sociales y a divertirse. En consecuencia, cuando entra en una empresa, tiene pocas habilidades de inteligencia emocional y social.
El que sabe mucho
A veces se tiene la tentación de contratar al candidato que sabe más o tiene más experiencia para el puesto a cubrir. Puede salir bien o no. La cuestión es su actitud.
Si tiene una actitud prepotente, que sabe más que nadie, tendrá un encaje difícil en la organización. Al final puede ser una persona potencialmente tóxica para sus compañeros.
En cambio, si a pesar de saber mucho de su tema tiene una actitud humilde, puede ser una buena incorporación. El «pequeño» problema es que seguramente pedirá un nivel salarial muy alto, respeto al nivel habitual de la empresa. El otro inconveniente puede ser que la competencia lo tenga identificado y le haga una oferta invencible.
No escojas a los mejores. Escoge al más adecuado a tu empresa.
¿Qué significa ser el más adecuado?
Desde mi modesto punto de vista, en base a mi experiencia, el mejor candidato cumple estos requisitos:
- HUMILDE.- A pesar que conoce bien su especialidad, es capaz de reconocer con humildad que no lo sabe todo y que siempre se puede aprender de los otros.
- CON GANAS.- Tiene una sana ambición, actitud proactiva y «le brillan los ojos» con entusiasmo al escuchar el proyecto de la empresa y al explicar sus experiencias.
- SEGURO DE SI MISMO.- Tiene una buena autoestima, reconociendo y aceptando sus debilidades.
- EMPÁTICO.- Escucha con atención y es capaz de ponerse en la situación del otro.
- BUEN NIVEL.- Tiene un buen nivel de base teórico y práctico de su especialidad, con lo que es capaz de aportar valor desde el primer día.
- APRENDE.- Tiene una actitud de aprendizaje continuo.
- INNOVADOR.- Se atreve a explorar y asumir riesgos.
Creo que lo más importante es la actitud, seguido de los conocimientos. En mi trayectoria profesional me ha ido bien confiar en personas de altos estándares de valores humanos que, desde una buena base, han seguido aprendiendo de su especialidad dentro la empresa, consiguiendo su implicación total.
No escojas a los mejores
Si quieres escoger al primero de la promoción o al mayor experto en tu sector, si no tiene una actitud correcta será contraproducente.
Si quieres seleccionar a los candidatos que tienen un buen equilibrio entre actitud y conocimiento, con ganas de progresar y crecer en equipo, acertarás.
No escojas a los mejores. Te puedo ayudar a crear tu equipo directivo si tienes claro el perfil de personas adecuadas que quieres en tu comité.
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